Cuando estudiamos una partitura, sabemos que es necesario tener en cuenta muchos aspectos y  dependiendo del curso o nivel que se encuentre el alumnado tendrá que dedicar más o menos tiempo de trabajo para conseguir tocarla e interpretarla adecuadamente.

Todos los que tocamos un instrumento sabemos que la práctica diaria o casi diaria es algo esencial, pero si nunca has tocado un instrumento o te inicias en  su estudio puedes desconocer estos aspectos.

En esta entrada de mi blog me gustaría reflexionar sobre el estudio  y la práctica con la flauta. Espero que te sea útil y cuando termines de leerlo te animes a practicar.

La práctica de la flauta, requiere de un entrenamiento de los músculos que intervienen al tocar y también de adquirir unos hábitos y una actitud adecuada hacia este entrenamiento. Estos dos aspectos son fundamentales para avanzar y progresar.

Ambos aspectos se pueden tratar de forma variada y flexible, dependiendo de las estrategias de cada docente y de su metodología. No obstante me gustaría haceros algunas propuestas que he ido practicando en mis clases, sobre los tiempos de estudio y las técnicas de estudio.

Con respecto a los tiempos de estudio serán variables y flexibles teniendo en cuenta el curso, nivel, o la preparación de obra, ejercicio, estudio y objetivos a conseguir.

Cuando nos iniciamos en el estudio de la flauta travesera, el tiempo de estudio irá aumentando una vez transcurridos los primeros meses. De forma gradual, lo iremos incrementando. Por ejemplo:

Al principio, durante las primeras semanas, se puede comenzar con sesiones cortas de 10 minutos. Para ir acostumbrando nuestro cuerpo al soplo continuo, entre cada sesión se deben incluir descansos. Una buena opción podría ser la siguiente:

• Sesión 1: 10 minutos
• Descanso
• Sesión 2: 10 minutos
• Descanso
• Sesión 3: 10 minutos

Posteriormente, se incrementaría hasta los 20 minutos el tiempo de cada sesión reduciendo el número de sesiones llegar a los 30 minutos diarios en una sola sesión.

• Sesión 1: 20 minutos
• Descanso
• Sesión 2: 20 minuto

Podemos estudiar todos los días, aunque es aconsejable tener algún día o días de descanso, pero es importante no dejar dos o tres días continuos sin practicar.

Una vez conseguido este hábito de estudio de 30 minutos en los niveles inicial y básico, habremos comenzado a adquirir una actitud positiva para avanzar con nuestro instrumento. Después en cursos más avanzados necesitaremos ir aumentando este tiempo de estudio con sus descansos correspondientes, desde una hora hasta 4 o 5 horas, dependiendo del material que tengamos que ir trabajando y del nivel en el que nos encontremos. En general resulta recomendable, estructurar el tiempo de estudio en partes que no excedan de los 50 minutos, aunque en ocasiones el contenido del trabajo pueda ser menor o mayor. También realizar descansos de 5 o 10 minutos para distraerse y permitir que el cuerpo haga otros movimientos. Lo recomendable es concebir el tiempo de estudio como tiempo de calidad con concentración y siendo conscientes sin distracciones innecesarias del trabajo que estamos realizando para conseguir ser productivos y aprovechar el tiempo lo mejor posible.

Si importante es el tiempo de estudio, aún más importante sería la técnica de estudio o cómo aprender a practicar con nuestro instrumento de forma eficaz e inteligente. Para llevar a cabo este procedimiento realizo una propuesta, que como tal puede ser orientativa y también flexible, porque dependerá de múltiples variables del nivel del alumnado, de las preferencias personales, de las estrategias de aprendizaje.

Esta propuesta la voy a dividir en diferentes fases:

1. Fase de lectura
2. Estudio de las dificultades
3. Profundización y ampliación
4. Mantenimiento y puesta a punto para una actuación o interpretación.

Fases de lectura

El contacto inicial con una partitura, ya sea una obra, una canción, un estudio, u otro material, queda muy grabado en la memoria.

El mayor error que se suele cometer en esta primera fase consiste en precipitar y forzar la lectura, es decir se pretende conseguir en esta primera o primeras aproximaciones que el resultado sea el definitivo, sobre todo el tempo. Las consecuencias de esta actitud son evidentes,  tensión muscular, infinidad de errores de lectura, sonido, y una huella en la memoria. El esfuerzo que se requiere posteriormente para desaprender muchos de los errores  en estos primeros contactos es considerable, y también da lugar a tropiezos e inseguridades durante una actuación.

Propuesta para una fase de lectura

• Mantenerse abierto para aprender, evitando tensiones. Mantener una actitud positiva, de interés, curiosidad, de ganas de explorar y conocer el nuevo material de trabajo.
• Cuidar la precisión en la lectura, con el fin de no adherir errores graves de erradicar. Lo ideal es utilizar un tempo cómodo que permite una lectura tranquila y de calidad.
• Descubrir las ideas musicales, el carácter de la pieza, que nos sugiere.
• Identificar las dificultades para ir trabajándolas posteriormente.
• Leer la partitura con el instrumento, con una buena postura y libertad de movimientos, cuidando la calidad sonora.
• Cuanto más natural sea la aproximación a la partitura menores problemas aparecerán.

Estudio específico de las dificultades.

Una de las estrategias más utilizadas por los músicos instrumentistas, es la de centrarse en fragmentos reducidos en los que analizar y solucionar los problemas que se presenten. De esta forma simplificamos las dificultades para evitar tensiones durante el estudio. Es fundamental estar concentrados para aprender a resolver el problema, y hacer buen uso de las repeticiones.

También durante el estudio es necesario que cuidemos: el sonido, el ritmo, la afinación, concentración, buena colocación del cuerpo y del instrumento, libertad de movimientos que nos permita interpretar, en definitiva buscar calidad en el estudio.

Una actitud receptiva y una escucha atenta durante el estudio nos ayudará a identificar los problemas. Muy a menudo una parte importante del problema lo origina una actitud inadecuada, prisa por obtener resultados, miedo a tener errores. Por eso tenemos que trabajar muy conscientemente, e identificar o definir el problema nos ayudará.

Cuando queremos practicar estos fragmentos la repetición estratégica y bien realizada nos puede ayudar a resolver el problema. Es importante realizar una repetición lenta y con relajación. Si la repetición la realizamos con tensión excesiva e imprecisiones repitiendo errores o a una velocidad  inadecuada no tendremos buenos resultados. Por lo tanto resulta fundamental realizar una buena ejecución de las repeticiones.

Después tendremos que ir ampliando los pasajes en la medida que se van resolviendo los problemas. El efecto de la práctica será evidente y las dificultades se dominan y consolidan lo que permite trabajar fragmentos de mayor longitud.

Para finalizar esta entrada te animo a practicar con la flauta para avanzar. En una nueva entrada continuaré compartiendo con vosotros otros aspectos de las técnicas de estudio que iré desarrollando, sobre cómo ir profundizando en el estudio, el uso de la memoria, la velocidad y puesta a punto para una actuación . Posteriormente añadiré algunas estrategias para resolver problemas.

Espero  que os haya gustado y que os sea útil.

Saludos